La trufa es un alimento muy delicado que requiere de un clima y un terreno especiales para su desarrollo.
Es un producto gourmet muy escaso: la demanda mundial está muy por encima de la oferta, de ahí su elevado precio.
RECOLECCIÓN DE TRUFAS
¿Cómo encontramos la trufa?
La trufa vive completamente enterrada, entre 1 y 30 centímetros de profundidad, y es por eso que para su recolección se utilizan perros adiestrados (antiguamente cerdos) para detectar el olor.
El perro trufero
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El perro trufero detecta la presencia de la trufa enterrada por el olor que emite y curiosamente no tiene que ser de ninguna raza especial.
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¿En qué lugares crece la trufa?
Las trufas se suelen encontrar bajo encinas, robles, avellanos y otros árboles planifolios.
Viven en zonas de cierta altitud y en áreas de clima típicamente mediterráneo.
PRODUCCIÓN DE TRUFAS
Aunque la trufa crece de forma silvestre en zonas frías, ventosas, secas y de clima mediterráneo, la escasez de esta joya de la naturaleza y la alta demanda han motivado su producción en plantaciones truferas.
El cultivo
El cultivo de este diamante negro, llamado truficultura, consiste en la plantación de árboles inoculados con el hongo de la trufa Tuber melanosporum.
Al cabo de los años, de estas plantaciones truferas se obtiene un producto de máxima calidad, muy considerado en el mercado francés, italiano y en general a nivel mundial.
La trufa de plantación y la silvestre
La distinción entre la trufa de plantación y la trufa silvestre es mínima, ya que lo que se inocula en el árbol es Tuber melanosporum y lo que se recoge del campo es Tuber melanosporum; la variedad es la misma y es el mismo hongo.
En España es donde se encuentran las mayores plantaciones de trufa.
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